DATOS DEL POETA: Fernando Quiñones
(Chiclana de la Frontera, 1930; Cádiz, 1998) fue ensayista, narrador,
dramaturgo, poeta y flamencólogo. En este último perfil, fue además un
divulgador incansable. Miembro de la Cátedra de Flamencología de Jerez de la
Frontera, dirigió y fue guionista del mítico programa Flamenco, de TVE.
Colaboró asiduamente con el programa Rito y geografía del cante. Su
poesía completa Crónica Personal, está editada por la Fundación José Manuel
Lara.
Para los alumnos: DIBUJA LIBREMENTE ESCUCHANDO MÚSICA FLAMENCA
Buscad el poema MÚSICA FINAL pinchando aquí
COMENTARIO: Este comentario nace cojo, porque ignoro a quién va dedicado. No sé quién es ese músico exiliado. Sin embargo, puede leerse como puede escucharse un cante por soleá, aunque no se conozcan todas las claves para entenderlo, se puede vislumbrar el sentido. El músico al que se refiere el poeta gaditano se puede concebir como un arquetipo de la existencia humana. Cualquier hombre o mujer ha pasado por lo mismo: el fracaso del amor, el tiempo desgastando inexorablemente los sueños, la soledad que supone aprender a morir.
COMENTARIO: Este comentario nace cojo, porque ignoro a quién va dedicado. No sé quién es ese músico exiliado. Sin embargo, puede leerse como puede escucharse un cante por soleá, aunque no se conozcan todas las claves para entenderlo, se puede vislumbrar el sentido. El músico al que se refiere el poeta gaditano se puede concebir como un arquetipo de la existencia humana. Cualquier hombre o mujer ha pasado por lo mismo: el fracaso del amor, el tiempo desgastando inexorablemente los sueños, la soledad que supone aprender a morir.
Pero también se destaca, en el caso del
músico, la posibilidad de reivindicar una vida más honda, bella incluso. Una
fuerza que desde el cosmos nos ilumina y nos salva de la muerte. Porque en eso
consiste el arte auténtico, el que emociona, el que te arranca de la
mediocridad y que trascendiendo te descubre otras posibilidades de la
existencia.
Ignoro al artista exiliado, no importa.
Pero lo imagino del ámbito del flamenco en esta ocasión que queremos
conmemorar. Porque además, en el flamenco, el dolor, el quejío, las
circunstancias materiales de pobreza y exclusión social han dado, por
contrapartida, un arte más puro, más hondo, más eterno. Escucho a veces
flamenco y aunque su universo es vasto y mi ignorancia, al respecto, también,
soy capaz de señalar artistas, cantes, coplas que hacen mi vida más completa,
más verdadera. Aunque el amor se acabe, aunque el tiempo lo devore todo y
sepamos en el fondo que estamos solos frente a la muerte, el flamenco nos
enseña que la vida merece la pena cuando asistimos a la experiencia sublime de
escucharlo. La música nos hace mejores y distintos y por eso el flamenco es
Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Cualquier ciego al que le lata el
corazón lo ve. Reivindiquemos y celebremos desde las aulas este tesoro, por
tanto, que no tan cerca tenemos de nosotros mismos.
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